Zaradat Domínguez Galván conoce la importancia de reivindicar la literatura escrita por mujeres. Por este motivo, participó el pasado año en la coordinación de un proyecto llamado “Con letra de mujer”, dirigido por Claudia Rodríguez Cubas como representante de la Red de bibliotecas Municipales, en colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. La doctora en Filología y especialista en el tema ha asegurado que fue un trabajo “bonito y enriquecedor”.
El objetivo fundamental de este proyecto fue, según comenta Domínguez, “dar a conocer a todas aquellas autoras que no han tenido su lugar en la historia, visibilizarlas y, en última instancia, reivindicar su trascendencia, así como divulgar cuál fue el aporte de cada una de ellas en el conjunto de la historia cultural y literaria”. A esta reflexión añade: “No se visibilizan por ser mujeres, sino por ser escritoras de gran valor, cuyo sexo fue precisamente el motivo de su ocultación”.
Zaradat conversa con el equipo de L&B Actual para contar sus experiencias como coordinadora de “Con letra de mujer”, el valor de la literatura hecha por mujeres, el papel que ha jugado el feminismo en la historia literaria, y sobre diferentes ciclos de charlas que suponen un recorrido histórico y cultural a través de la representación de la mujer en la literatura, desde los orígenes de la escritura hasta la actualidad.
«Las mujeres no podían ser autoras porque socialmente sus voces y sus discursos no poseían legitimidad»
¿Qué acogida tuvo el proyecto “Con letra de mujer”?
El proyecto surgió y tuvo lugar en plena pandemia, de modo que toda la proyección fue a través de las redes sociales. De hecho, se planteó como una manera de hacer llegar la cultura y la literatura a través de los medios posibles en ese momento de reclusión. No obstante, aparte de los límites que establece la realidad virtual la acogida fue muy buena. Y creo que ha ayudado a dar a conocer a algunas autoras, a visibilizarlas y a poner en valor la trascendencia de la literatura femenina en el conjunto de la historia literaria.
¿Qué valores no le han sido reconocidos a lo largo del tiempo a la literatura hecha por mujeres?
Yo diría que muy pocos o casi ninguno. A las escritoras se les ha negado formar parte de la historia literaria y del canon por motivos que nada tienen que ver con la valía literaria e incluso podemos observar un borrado sistemático de sus voces, de sus textos, de su trascendencia.
Hasta hace muy poco el mundo estaba hecho por y para los hombres. El lugar de representación pública y política era acaparado por ellos y por mucho tiempo era un espacio prohibido para las mujeres. Lo mismo ha sucedido con la autoría. Las mujeres no podían ser autoras porque socialmente sus voces y sus discursos no poseían legitimidad y, por tanto, no tenían la autoridad debida para ser autoras (autoría y autoridad son palabras derivadas de una misma raíz etimológica).
Sus voces y sus firmas carecían de autorización. Por eso las mujeres escritoras a lo largo de los siglos han tenido muchos problemas para escribir y para publicar y, al hacerlo, se han tenido que enfrentar contra toda una sociedad que las condenaba y deslegitimaba, como si escribir fuese un acto impuro para su sexo. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta los orígenes de nuestra traición cultural, donde el conocimiento ha estado vedado a las mujeres y el deseo de este ha sido el origen de nuestra maldición. La condenación de Eva ha sido una condena «ab aeternum» hacia todas las mujeres.
¿Qué acciones concretas se pueden realizar para rescatar ese acervo cultural que encierra la literatura femenina?
Desde mi punto de vista lo prioritario es estudiarlas, investigarlas y rescatarlas, para poder incluirlas en el canon. Porque de otra forma, los libros de textos, los manuales y los proyectos docentes solo se modificarán por el interés y la conciencia de unos pocos. En este sentido es importante el apoyo institucional. Hoy en día hay muchas iniciativas a este respecto, como la que está elaborando el Gobierno de Canarias con la Biblioteca Básica Canaria, editando y publicando a las autoras de nuestra literatura insular.
Por otro lado, se me ocurre que se pueden implementar muchas actividades que tienen que ver con el fomento de la lectura con una perspectiva de género. Lo más importante es que llegue a los colegios y a los institutos para que las estudiantes puedan encontrar referentes en los que puedan identificarse, pues hoy en día el imaginario femenino de las representaciones culturales ya sea en libros, música, cines, televisión… sigue perpetuando los mismos roles de siempre, en los que la mujer sigue siendo un mero decorativo o accesorio. Se nos las presentan en ocasiones como seres en segundo plano dependientes de la figura principal, quien suele ser siempre el hombre.
Se nos siguen presentando a las mujeres cosificadas, y delimitadas por sus roles de madre, esposa, novia, amante, etc. más que como sujetos autónomos e independientes, como agentes de tramas propias. Es, por eso, por lo que debemos hacer un esfuerzo para que la cultura no siga consolidando esos modelos ya caducos, pues es obvio que nuestra sociedad está cambiando hacia otro modelo, y no es que debamos censurar o negar nuestra tradición, sino más bien contar con las herramientas y la educación necesaria para saberla leer a la luz de los nuevos tiempos.
¿Qué objetivos te has propuesto con la realización de la charla: “Escritoras contra el canon”, en el marco del festival Rock and Books?
El objetivo de esta charla ha sido reivindicar el papel que ha jugado el feminismo a través de la Ginocrítica y los Estudios de Género, en la historia literaria para rescatar a todas esas autoras que la sociedad patriarcal relegó y defenestró de la cultura oficial, reivindicando la escritura de mujeres como una transgresión del canon androcéntrico y rescatando esas primeras voces de autoras que conforman los orígenes de nuestra genealogía negada. Autoras, por otra parte, que deberían estar en cualquier libro de texto por su valor y aporte literario y, sin embargo, siguen sin aparecer en los manuales de textos ni en los proyectos docentes de las universidades, salvo excepciones.
Pretendo, además, en este panorama actual de polarización y sectarismo, ofrecer una visión del feminismo inclusiva. Muchas personas siguen teniendo reticencias a denominarse feministas y cada vez más el feminismo encuentra más detractores a su paso, debido en cierta manera a la monopolización partidista que se está haciendo del movimiento y del pensamiento feminista por parte del sector político. Sin embargo, en esta sociedad en la que vivimos es difícil no ser feminista.
Los logros prioritarios del feminismo ya están consolidados, como el derecho al voto, a la ciudadanía, a la representación pública y política, etc. No creo que hoy en día nadie en su sano juicio vaya contra estos derechos. Claro que el mundo es amplio y diverso. Y este mundo no es todo el mundo. Pero hablo desde mi lugar y mi condición, porque no puedo asumir la voz de nadie. Y desde el lugar donde me encuentro creo que soy una gran privilegiada.
Es cierto que nos quedan algunas batallas y muchas losas de las que desprendernos. Pero creo que la sociedad avanza a pasos agigantados hacia una sociedad igualitaria. Y creo que es importante no perder de vista por qué se nos ha oprimido, cuáles son las excusas y los motivos que, por mucho tiempo, nos han relegado a ser no más que un animal sin alma, como así pensaba Aristóteles.
Porque puede ser que la opresión cambie de ropajes para seguir dominándonos. Es lo que sucede, desde mi punto de vista, con la gestación subrogada. Antes, los hombres creían que las mujeres eran de su propiedad y, ahora, se contempla, desde la falacia de la libre elección impuesta por el capitalismo, que el cuerpo de las mujeres puede ser un bien de consumo. Son diferentes formas de dominación para los mismos cuerpos.
«Muchas personas siguen teniendo reticencias a denominarse feministas»
¿Cuáles a tu juicio crees que son las causas de que las mujeres estén más presentes hoy en el panorama literario, por ejemplo, que se encuentren entre las más leídas y premiadas?
Bueno, no creo que sea así. Hace poco el periódico ElDiario.es, a raíz de la polémica suscitada por el fenómeno Carmen Mola, ha mostrado los datos de edición del pasado año, revelando que solo el 36% de los libros publicados eran de mujeres. Los libros editados cuyos autores eran hombres fueron un total de 23.691, frente a los 13.488 de los escritos por mujeres. El mismo artículo resalta que los años anteriores los datos arrojaban peores cifras. Estos son los datos.
Cierto es que en los últimos tiempos ha habido un auge y un despertar que ha revalorizado la literatura escrita por mujeres, con la creación de editoriales y librerías especializadas y esto ha generado la falsa ilusión de que las escritoras dominan el panorama. Pero como vemos nada más lejos de la realidad.
Por otro lado, hay que tener cuidado con lo que se premia y con lo que se lee, muchos libros solo son productos de un marketing bien medido y estudiado que poco tiene que ver con una escritura real que represente a nadie más que al mercado. Es la literatura de consumo, en ella sí que no hay distinciones de género, porque es una producción en cadena. Como vemos con Carmen Mola, incluso la autoría está sujeta a las estrategias de mercadotecnia.
«en esta sociedad en la que vivimos es difícil no ser feminista»
En cuanto a los planes futuros de Zaradat Domínguez para continuar visibilizando la literatura de factoría femenina, a principios de este mes de noviembre comenzó con el Ciclo Literatura y mujer, en la Biblioteca insular, que continuará con una segunda sesión el día 3 de diciembre. Comenta que el Ciclo es “un recorrido histórico y cultural a través de la representación de la mujer en la literatura desde los orígenes de la escritura hasta la actualidad”.
Su intención es clara: el acercamiento crítico a distintos textos literarios para abordar el análisis. Domínguez concluye afirmando que esto pretende ser un club de lectura a largo plazo “donde podamos hacer lecturas compartidas para reflexionar acerca de estas representaciones de género, para pensarnos a nosotros mismos y reflexionar sobre cuestiones de la vida cotidiana que tienen que ver con nuestras experiencias y con nuestros cuerpos. Para poder asistir hay que inscribirse en el correo bibliotecainsulargc@grancanaria.com”.
Zaradat Domínguez (1985) es poeta, profesora e investigadora en el ámbito de los Estudios literarios y culturales, así como correctora y asesora literaria. Doctora en Literatura hispánica, con un Máster en Español y su cultura y licenciada en Filología hispánica. Actualmente, es profesora de Literatura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y pertenece al Grupo de investigación Pensamiento, Creación y Representación en el ámbito de los Estudios Culturales. Durante cinco años ha estado al frente del proyecto literario Azulia, regentando su librería y editorial. Como escritora ha sido finalista del primer Certamen de poesía «Versos en la ULPGC (2019)”.
Si quieres conocer un poco más sobre literatura feminista, pincha en este enlace: https://www.landbactual.com/escritos-feministas-de-rosalia-de-castro/
Fotos: Del perfil de FB de Zaradat Domínguez
Me llamo Belkys Rodríguez Blanco. Sí, un nombre muy parecido al de la reina de Saba, pero soy periodista. Me gradué en la Universidad de La Habana, en la era de la máquina de escribir alemana. Como el sentido común manda, me he reinventado en este fascinante mundo digital.
Escribo desde los once años y ahora soy una cuentacuentos que a veces se dedica al periodismo y, otras, a la literatura. Nací en Cuba, luego emigré a Islandia y ahora vivo en Gran Canaria. Estoy casada con un andaluz y tengo un hijo cubano-islandés. Me encantan los animales, la naturaleza y viajar. En resumen, soy una trotamundos que va contando historias entre islas.