Más que madre e hija, Zadys y Lupe son amigas, confidentes y ahora compañeras de trabajo. Ambas nacieron en Cuba, pero tenían claro que un día emigrarían buscando un futuro halagüeño. Después de sortear un sinfín de obstáculos, llegaron y se establecieron en la isla de Gran Canaria. Zadys vino primero y para ella fue muy complicado dejar a su hija adolescente en la isla caribeña.
A punto estuvo de volver porque “un año y diez meses fueron una eternidad”. Recuerda que vivía cerca de la playa de Las Canteras y se iba allí a llorar. “Los quince años los celebró aquí. Estaba en el instituto y era la etapa perfecta para que llegara y se relacionara, creara un grupo de amigos y pudiera integrarse de la mejor manera viviendo esa etapa estudiantil”, cuenta Zadys Castellanos, graduada de Historia por la Universidad de La Habana e investigadora de la escuela de cine.
«Nadie debería tener que abandonar su tierra por necesidades básicas»
Para Guadalupe González la experiencia de emigrar fue toda una aventura. Asegura que desde que tuvo uso de razón le inculcaron la idea de salir y de crear un entorno de oportunidades. “Tristemente allí es un sitio donde se te prepara muchísimo, te dan todas las herramientas y después te atan las alas. Tenías trabajos que te llenaban el alma, pero no el bolsillo”, dice esta joven diseñadora gráfica que se considera una emprendedora nata. Estaba estudiando en el instituto en Cuba cuando ganó su primer dinero. “Era una de las pocas que tenía cámara digital. Llevé la cámara a clase y una amiga me dijo que le sacara una foto al chico que le gustaba y ella me pagaría. Al final terminé haciendo reportajes por el instituto y me pagaban por las fotos. Conseguí unos diez euros y me compré un bolso y unos zapatos”, dice sonriente.
Zadys se ha contagiado del espíritu inquieto de su hija. Juntas llevan adelante un proyecto de empresa de publicidad. “Aprendo de ella porque tiene la formación y porque es un universo de constante ebullición, de creación, siempre está investigando. Cuando digo que con 50 es más complicado aprender, ella me dice: “mami tú puedes, lo vas a lograr, inténtalo de nuevo”. Me da fuerzas y me dice que soy capaz”, comenta Zadys al preguntarle sobre la experiencia de montar una empresa con Lupe. Como cualquier emigrante, cuando llegó a Gran Canaria tuvo que hacer todo tipo de trabajos durante muchos años, hasta que comenzó a formarse en lo que realmente la llenaba como persona y profesional. Así llegó a la especialización en Marketing.
Madre e hija están convencidas de que, en el momento en que vivimos, las empresas se han dado cuenta de la importancia de tener una presencia en las redes o una página web; “de poder venderse en todo tipo de mercado y esa necesidad de ampliar fronteras es la que nos está abriendo el camino en esta nueva etapa con la empresa que intentamos llevar adelante”, afirma Zadys.
Escuchando los puntos de vista de cada una, es evidente que comparten gustos, aficiones y formas de ver la vida. “Como a las dos nos gusta viajar comenzamos con el proyecto Cubanas viajeras, un blog de viajes. Fue el caminito que se abrió para yo poder seguir haciendo de forma independiente mi profesión de diseñadora gráfica y que mi madre se lanzase a tener su propia empresa, la agencia de publicidad. Llevamos al trabajo el equipo que hacemos en la vida”, asevera Lupe.
Zadys y Lupe: la aventura de dos emigrantes
Es inevitable volver al tema de la emigración y de lo que empuja a un ser humano a abandonar la tierra donde nació. Como la misma Zadys cuenta, la historia tiene tela por donde cortar y “da para diez entrevistas o una novela” que tal vez ella misma escriba. “Nadie debería tener que abandonar su tierra por necesidades básicas, sentencia y luego habla, quizás con cierta nostalgia, de su participación en programas de radio, de su relación con los mejores músicos de la isla, algunos de ellos premiados con el Grammy, cuando se dedicó a la representación de grupos musicales cubanos. “Trabajaba mucho y no cobraba casi nada. Mis compañeros me decían: “no te vayas que tú tienes talento”, y yo les respondía que no le podía poner a mi hija un plato de arroz con talento. El talento no se come, te agranda el alma pero no te llena la barriga”.
Aunque llegó muy joven, para Lupe la emigración supuso adaptarse a un mundo completamente nuevo. “Cuando empecé a estudiar cuarto de la ESO hubo algunos problemas de integración. Fue muy duro pues no querían terminar de aceptarme. Yo he sido siempre muy aplicada y eso les molestaba. Sufrí bullying directamente que también lo han sufrido gente de aquí por diversos motivos”.
Al llegar a la etapa del bachillerato las cosas cambiaron. Allí se encontró con amigos que había hecho fuera de clase y comenzó a experimentar el tan necesario sentimiento de pertenencia. “Fui delegada, participaba en concursos y me sentía arropada por la gente, tenía mi grupo. Por eso mi madre quería que yo llegara en la etapa de estudiante, pues esa etapa te hace integrarte. He notado que en los últimos años la juventud tiene la mente más abierta. Lo siento y quiero creer que es así. Se nota el aceptar, el que ya no es raro y es común que haya gente de afuera”.
«Cuba es un sitio donde se te prepara muchísimo, te dan todas las herramientas y después te atan las alas»
Sin olvidar su rol en la educación y transmisión de valores, Lupe afirma que su madre ha trabajado para construir “una relación de confianza, de respeto y de igualdad”. Zadys emprendió la aventura de emigrar en solitario, con la certeza de que su sacrificio merecería la pena. Ahora ella y su hija llevan adelante este negocio familiar aportando cada una sus conocimientos y su propia ilusión.
“A pesar de que Lupe es muy zen y muy tranquila, para el trabajo se crece mucho, te da ganas, te da garra y te da un empuje tremendo”, afirma Zadys orgullosa del camino recorrido y consciente del crecimiento personal y profesional que han experimentado ambas. Dos mujeres luchadoras que trasplantaron sus raíces a otra isla donde van construyendo con talento y perseverancia su futuro.
Si quieres conocer la historia de otras mujeres emigrantes, pincha en este enlace: https://www.landbactual.com/pasos-a-seguir-para-ver-el-arcoiris/
Fotos: Yaiza Mederos/Aportadas por Zadys y Lupe
Me llamo Belkys Rodríguez Blanco. Sí, un nombre muy parecido al de la reina de Saba, pero soy periodista. Me gradué en la Universidad de La Habana, en la era de la máquina de escribir alemana. Como el sentido común manda, me he reinventado en este fascinante mundo digital.
Escribo desde los once años y ahora soy una cuentacuentos que a veces se dedica al periodismo y, otras, a la literatura. Nací en Cuba, luego emigré a Islandia y ahora vivo en Gran Canaria. Estoy casada con un andaluz y tengo un hijo cubano-islandés. Me encantan los animales, la naturaleza y viajar. En resumen, soy una trotamundos que va contando historias entre islas.
«CUBA ES UN SITIO DONDE SE TE PREPARA MUCHÍSIMO, TE DAN TODAS LAS HERRAMIENTAS Y DESPUÉS TE ATAN LAS ALAS» La mejor descripción de una realidad incomprensible para quien no la ha vivido
Te invitamos a colaborar con tus experiencias Joel…gracias siempre