Dos escritoras canarias juntan sus prosas y dan vida a un libro que habla de otra mujer: Jane Millares Sall (Las Palmas de Gran Canaria, 1928). Mayte Martín y Martina Villar se inspiraron en 18 obras de la artista grancanaria, y en relatos cortos expresan su visión particular de esta figura destacada de las artes plásticas que, en el año 1955, se atreve a exponer en solitario su pintura. Voces diferentes con un mismo propósito: dejar que las letras cuenten lo que el pincel de Jane dejó plasmado en sus lienzos.
La escritora Martina Villar escogió las obras de Millares Sall que tenían como protagonista a la mujer. Sobre cómo se gestó este proyecto, Villar piensa inmediatamente en dos palabras: “dar y compromiso”. Leyendo a Jane Millares (Mercurio Editorial) es la fusión de arte plástico y literatura, y ella quiso compartirlo con otra escritora: Mayte Martín. “Hicimos ambas un diálogo interno, sin decirnos nada, ni lo que íbamos a escribir o cómo lo íbamos a enfocar. Hay una diferencia grande de manifestarnos entre Mayte y yo, pero creo que la mirada de Jane, la de Mayte y la mía son casi la misma, y es la defensa, es poner voz a quien no la tiene y eso me parece muy importante”, afirma.
Cuenta Martina que para Jane era fundamental la figura de la mujer. La artista “no solo tocó los palos del indigenismo, sino el indigenismo con notas picassianas y al final llegaba a la abstracción”. Villar cree que Jane utilizó el indigenismo “para romper esa idea romántica de qué bonito es el trabajo, o qué bonita es la maternidad”. Y va más allá sentenciando que el indigenismo era una manera de rebelarse, una forma distinta de ver el paisaje, el entorno y el ser humano, en este caso, a la mujer. “No verás en sus cuadros sonrisas, pero tampoco los labios hacia abajo, tristeza; hay valentía, mucha sensibilidad, mucha ternura”, concluye.
Hace unos tres años, Martina Villar le habló del proyecto a la escritora y periodista Mayte Martín y la invitó a participar. “Le respondí inmediatamente que sí, que contara conmigo y ha sido maravilloso”, explica Mayte. Luego agrega que contaron con el apoyo del editor Jorge Liria, Míchel Jorge Millares, hijo de la artista, y Laura García Morales, una de las historiadoras que mejor conoce la obra de Jane. “Es una ventaja poder tener este escrito, hacer el maridaje de literatura entre dos mujeres tan diferentes, distantes, distintas pero tan amigas como somos Martina y yo, y resaltar la obra de Jane”, asegura.
«el indigenismo era una manera de rebelarse, una forma distinta de ver el paisaje, el entorno y el ser humano, en este caso, a la mujer»
¿Qué encontraremos en este libro de relatos breves? “Hablamos de tierra, mar, aire, barro, mujeres, maternidad, trabajo duro pero, sobre todo, de este feminismo soterrado que hay realmente en esas ilustraciones, porque es una reivindicación del rol que se nos daba ancestralmente a las mujeres y que nos ha ido colocando poco a poco en la sociedad en la que estamos actualmente”, responde Martín.
También comenta que Jane Millares puede ser interpretada y leída de muchas formas. “Esto es solo una muestra de la que Martina y yo hemos participado, pero que a la vez es una forma de rescatar la figura de Jane y de incitar a la gente a que también lo haga. Estamos muy contentas con este trabajo hecho mano a mano, cada una en su casa; no nos pusimos de acuerdo, cada una hizo su propia interpretación y luego fusionamos, pero sin intervenir la una en la voz de la otra”, concluye.
Tanto Martina como Mayte pensaron en donar los beneficios por la venta de la obra a la mujer o a la infancia. Finalmente, se decidió que irían destinados a la Fundación Pascual Maragall, dedicada a la investigación sobre el Alzheimer y de la que Villar es socia. Jane Millares padece esta enfermedad, por lo que ambas consideran que la publicación del libro y la donación de los beneficios a la fundación “es un doble homenaje” a la artista grancanaria.
«es una forma de rescatar la figura de Jane y de incitar a la gente a que también lo haga»
Martina quiere terminar su intervención con una frase del antropólogo Clifford Geertz: “Somos animales inacabados e incompletos que nos complementamos a través de la cultura”. Asegura que es eso precisamente lo que han querido hacer ella y Mayte Martín en este libro. “Es nuestra forma de rescatar, de poner en valor y de dar voz a quien parece que está en un cajón olvidado y Jane Millares Sall no puede estar en un cajón olvidado. Reclamamos un espacio, llámese fundación, sala, lo que sea. Esta mujer lo merece, por su trabajo; fue la primera mujer que en el año 55 hizo una exposición en solitario. Por todo eso, se merece un espacio y nosotras hemos querido tener con ella un pequeño tributo”, sentencia.
Leyendo a Jane Millares recorre los caminos de la creación literaria a través de la pintura de una mujer que con sus trazos se ganó un lugar destacado en el mundo cultural de Canarias. Comprometida a lo largo de su carrera con la labor social, Millares Sall tuvo una intensa actividad creativa. La historiadora Laura García Morales, prologuista del libro, habló en una ocasión de la abundante representación de las mujeres de las clases populares en sus pinturas, además de la importancia que le otorgó Jane a lo racial, la canariedad, las circunstancias sociopolíticas que se vivían en su momento y el patrimonio natural y cultural.
Jane Millares Sall es Hija predilecta de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, Medalla de Oro del Gobierno de Canarias, Can de Plata del Cabildo de Gran Canaria y Primer Premio de la Bienal Regional de Bellas Artes del Gabinete Literario.
Si quieres leer una entrevista realizada por nuestra revista a la escritora Mayte Martín, pincha en el enlace: https://www.landbactual.com/mayte-martin-no-me-molesta-que-me-tachen-de-feminista/
Fotos: Miguel Antonio Hernández/Tiempo de Canarias
Me llamo Belkys Rodríguez Blanco. Sí, un nombre muy parecido al de la reina de Saba, pero soy periodista. Me gradué en la Universidad de La Habana, en la era de la máquina de escribir alemana. Como el sentido común manda, me he reinventado en este fascinante mundo digital.
Escribo desde los once años y ahora soy una cuentacuentos que a veces se dedica al periodismo y, otras, a la literatura. Nací en Cuba, luego emigré a Islandia y ahora vivo en Gran Canaria. Estoy casada con un andaluz y tengo un hijo cubano-islandés. Me encantan los animales, la naturaleza y viajar. En resumen, soy una trotamundos que va contando historias entre islas.