Existe otro disfraz disponible desde hace mucho tiempo para arropar a la desigualdad entre hombres y mujeres que se dedican a la ciencia y a la tecnología. La maternidad, el cuidado de la familia y la casa operan dificultades relevantes en los procesos de selección y promoción del personal científico. Como ya sabemos la palabra cieNcia no se escribe con M.
No se trata solo de cargos directivos o empleabilidad, sino también de la educación de las niñas, de la repercusión de los estereotipos y de los modelos patriarcales que han masculinizado a la ciencia y a la tecnología.
Desde Mujeres con ciencia, blog de la Universidad del País Vasco, presentan el tema mientras afirman: «La persistencia y magnitud del desequilibrio entre la presencia de mujeres y la de hombres en el mundo de la ciencia y la tecnología y, en especial, en los niveles altos de las carreras científicas hace necesarias actuaciones que lo corrijan, y eso es algo que solo se puede producir orientando esas actuaciones a combatir las causas».
Marta Macho Stadler, profesora de la Universidad del País Vasco y editora de la publicación, nos asegura que «se habla poco de ciencia en los medios de comunicación, en la televisión, en la calle. Creo que, en parte, es porque muchas personas piensan que no son contenidos interesantes o comprensibles. Quizás les asusta encontrarse con un lenguaje demasiado técnico o un contenido excesivamente especializado».
“Mujeres con ciencia” surgió a iniciativa del responsable de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco. Marta nos explica que la Cátedra tenía ya tres blogs y Juan Ignacio Pérez, coordinador de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, le preguntó si pensaba que podría haber contenido para un blog dedicado únicamente a mujeres científicas. «Él sabía de mi trabajo en temas de igualdad, en particular en el ámbito de la ciencia, y por ello se dirigió a mí. Acepté enseguida el encargo, es decir, ocuparme de generar los contenidos», subraya.
“Mujeres con ciencia” trata las temáticas científicas «a través de los proyectos realizados por las mujeres, desde las pioneras invisibilizadas hasta las actuales científicas». La editora del blog se refiere a las desigualdades que aun existen en el ámbito de la ciencia y la tecnología, tanto de vocaciones como de discriminación en el ámbito laboral, y nos aclara que «el blog muestra referentes, espejos en los que mirarse. Y al mismo tiempo, se hace divulgación de la ciencia, se acerca la ciencia a la ciudadanía».
El portal Epdata.es de Europa Press publica datos actualizados del 25 de septiembre de 2020 donde asegura: «La proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España (en equivalencia a jornada completa) no ha mejorado en 10 años, manteniéndose en el 39%», según el informe bienal sobre igualdad de género en la ciencia y en las universidades españolas ‘Científicas en cifras 2017’.
La «sobrerrepresentación» de las mujeres en la ciencias de la salud es otro de los valores que publica epdata.es como muestra de la «segregación horizontal».
«Desde 2012-2013 el porcentaje de mujeres ha bajado en estudios de Ciencias Sociales y Jurídicas (del 61% al 60%), Ingeniería y Arquitectura (26% al 25%) y Ciencias (del 53% al 51%)». Según estos datos en las Ciencias de la Salud las mujeres siguen representando un 72% en los últimos años.
«Se trata también de la educación de las niñas y de la repercusión de los estereotipos»
Mujeres matemáticas. Trece matemáticas, trece espejos es una de las recientes publicaciones de Marta Macho Stadler quien ha coordinado esta recopilación de varias autoras y autores. En el blog “Mujeres con ciencia” aclara que «muchas mujeres que se han dedicado a la ciencia, en particular a las matemáticas, son poco conocidas y reconocidas. Sin embargo, han realizado grandes aportaciones al álgebra, a la geometría o al cálculo, por citar algunas disciplinas».
«La ciencia nos rodea, es transversal a todo lo que hacemos. Nos ha facilitado y nos sigue facilitando la vida», nos explica Marta. Y se refiere, además, a esas acciones cotidianas que disfrutamos gracias a la ciencia, como calentar la leche en el microondas, tomar una ducha caliente o utilizar el metro. «Vivimos más años y vivimos mejor gracias a los avances científicos. Superaremos esta pandemia gracias a las vacunas, es decir, gracias a la investigación científica», continúa.
El hermetismo generado entorno a los laboratorios y sus resultados es consecuencia de muchos factores, entre ellos el económico y la competencia que se genera entre las investigaciones. Pero como daño colateral, para llamarlo de alguna forma, nos ha hecho inconscientes de la ciencia que nos rodea en el día a día.
Marta explica que «las personas que se han dedicado a la ciencia no han tenido nunca demasiado interés por compartir de manera clara lo que estaban haciendo […] con la percepción de que la explicación de sus investigaciones no les competía, que esa no era una tarea que les estaba encomendada. Supongo que esto ha podido generar, en parte, desconfianza».
Sin embargo, asegura que en estos momentos «desde las universidades y los centros de investigación se hacen esfuerzos para comunicar el trabajo de su personal científico. Incluso hay gabinetes especializados en la comunicación de la ciencia, con profesionales procedentes del mundo del periodismo que ayudan a transmitir contenidos de ciencia a la sociedad. Esperemos que el interés crezca. La ciencia forma parte de la cultura».
Ciencia masculinizada, segregación laboral, techos de cristal… Mujeres que existen y que no vemos. Le preguntamos si son pocas las mujeres en la ciencia o es insuficiente su visibilización en los medios. Marta afirma que «no hay tan pocas como la gente cree. Muchas han estado a la sombra de compañeros varones. Muchas esposas de científicos han colaborado en sus descubrimientos, pero a ellas nunca las han nombrado. Pasaros por “Mujeres con ciencia”, veréis que las ha habido en todas las épocas. Es necesario recuperarlas».
«La ciencia forma parte de la cultura»
En el artículo Mujeres y niñas son esenciales para la ciencia y la tecnología, Lakshmi Puri, subsecretaria general de la Organización de las Naciones Unidas y directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, se refiere a las desigualdades generadas también en el consumo de la ciencia. Las dificultades para acceder al uso de las tecnologías también es una cuestión de género.
«En los países de bajos a medianos ingresos, una mujer tiene 21% menos probabilidades de tener un teléfono celular que un hombre, y lo mismo ocurre con el acceso a Internet. Aunque las posibilidades de progreso científico y tecnológico son casi ilimitadas, las mujeres y las niñas están ausentes en estos campos, especialmente en lo que refiere a la creación y la toma de decisiones en los ámbitos que transforman nuestro mundo cotidiano».
Este artículo publicado en el año 2016 también abunda en las oportunidades económicas y de desarrollo que la ciencia y la tecnología podrían ofrecer a las mujeres, tanto a las investigadoras como a las que acceden a ellas. «La capacidad de las mujeres para tener acceso y beneficiarse de estos sectores, así como de influir en ellos, tendrá un impacto directo en la posibilidad de lograr nuestros objetivos para un Planeta 50:50 para 2030. Si las mujeres son excluidas de estas revoluciones del siglo XXI no lograremos la igualdad entre los géneros».
Nuestra invitada de este 11 de febrero de 2021, Marta Macho Stadler, profesora de la Universidad del País Vasco, nos aclara que la incorporación de las mujeres a la ciencia y la tecnología no es importante solo para ellas, sino para la sociedad en general. «El mundo de la tecnología sobre todo carece de mujeres, muy pocas jóvenes se decantan por estudios de ingeniería o informática. Ellos deciden cómo usar la tecnología, en qué invertir. La mirada y los intereses de las mujeres podrían hacer cambiar lo que se hace y cómo se hace en este ámbito cada vez más presente en nuestro día a día». El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es otra campaña para ayudar a entender que los problemas existen.
«En el ámbito de la ciencia y la tecnología aún persisten muchas desigualdades. Hay pocas mujeres accediendo a ciertos grados. Y las trabas en el mundo de la investigación persisten. Es difícil para una mujer llegar a liderar equipos en un mundo tan competitivo en el que la manera de valorar a las personas es a golpe de publicación. Y no olvidemos que los comportamientos sexistas también abundan en los entornos académicos…», subraya Marta Macho.
Los datos al final son una representación, un espejo de lo que es la realidad. Entre la educación secundaria y la universidad decrece significativamente el interés de las niñas y las jóvenes por la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas. Sesgadas mayormente por los estereotipos culturales o por falta de referentes. Sin ellas en los laboratorios y en la enseñanza, el camino se hace cuesta arriba. La toma de decisiones en las políticas sociales también depende de ello. Reconocer a las que están y han estado depende de nosotros, los que vivimos este momento.
Si quieres leer otro artículo relacionado con las mujeres en la ciencia, pica en este enlace: https://www.landbactual.com/katalin-y-segenet-la-ciencia-es-tambien-un-mundo-de-mujeres/
Fotografías: Imágenes Redes Sociales Marta Macho-Stadler y Mujeres con ciencia / Google