Argelio González es presidente de la asociación Hombres de Canarias por la Igualdad, un proyecto que nace de la propia experiencia. De las situaciones personales y familiares vividas que le han llevado a reflexionar sobre la construcción del concepto de masculinidad tradicional y a replantearse las relaciones de los géneros.
Hablamos con él de roles y estereotipos de género, de nuevas masculinidades, de feminismo, de violencia machista. Según Argelio, el patriarcado ha favorecido a los hombres, gozando de unos privilegios y dejando desigualdad, LGTBI-fobia y violencia machista. En sus palabras se respiran ganas de transformar la realidad desde una visión feminista, ganas de sentir, de compartir y de crecer en igualdad.
«el impulso para crear la primera asociación de hombres feministas en Canarias fue el nacimiento de mi hijo»
¿Qué te impulsó a defender y luchar por la igualdad de género?
Creo que todo hombre que empieza a replantarse la forma de expresión de su masculinidad y las relaciones entre los géneros ha vivido situaciones personales y familiares que les han condicionado para intentar generar un cambio en sus vidas como hombres. Pero, realmente, el impulso para crear la primera asociación de hombres feministas en Canarias fue el nacimiento de mi hijo Mario.
¿Por qué un grupo de hombres deciden unirse para luchar por la igualdad? ¿Cuál fue la principal motivación?
Hay muchos hombres que no se sienten identificados con cómo socialmente se entiende que tiene que ser un hombre, sobre cómo relacionarnos con otros hombres y mujeres, sobre cómo tenemos que ejercer nuestra paternidad, sobre cómo expresamos nuestras emociones… O, simplemente, sobre cómo nos relacionamos sexualmente con otras personas. Muchos de esos hombres encuentran en la asociación un espacio de seguridad y confianza donde poder hacer un trabajo de introspección y autocrítica para poder generar un cambio en nosotros mismos y en nuestro entorno más próximo.
«todos los avances en la igualdad de género son gracias a la lucha del movimiento feminista«
¿Qué acciones realizan a través de la Asociación y cuál es su filosofía?
Entendemos el trabajo de la asociación como una vía para poder influir en otros hombres, partiendo de nuestra experiencia y conocimientos relacionados con el género. Compartimos y acompañamos al movimiento feminista en sus reivindicaciones. Reconocemos que todos los avances en la igualdad de género han sido y son gracias a la lucha del movimiento feminista. Nuestro trabajo se centra en los hombres, en intentar generar un cambio que nos ayude a reconocer y renunciar a nuestros privilegios.
¿Qué roles y estereotipos de género recaen sobre los hombres?
El poder, la fuerza, la autosuficiencia, la potencia y gran deseo sexual, estabilidad emocional, la inteligencia, decididos, etc. Si comparáramos estos roles y estereotipos con los asignados culturalmente a las mujeres, observaríamos que se produce un desequilibrio de poder. Se genera una dicotomía que aprendemos e interiorizamos como algo “normal”, condicionando nuestras formas de relacionarnos y generando desigualdad.
Durante los últimos años ha empezado a desarrollarse el concepto de nuevas masculinidades. ¿Está cambiando el modelo de hombre “tradicional”?
Hace años que se están creando grupos y asociaciones de hombres en toda España. Los hombres nos hemos ido organizando y, por primera vez, podemos compartir espacios para reivindicar otros modelos de masculinidades más saludables para la sociedad. Nos hemos manifestado públicamente para rechazar las violencias machistas y en pro de la igualdad, para implicarnos en el cuidado emocional de nuestros hijos e hijas desde una paternidad positiva, para defender la diversidad sexual y de género.
No puedo dejar de manifestar mi preocupación por los discursos machistas, homófobos, tránsfobos, xenófobos y racistas que se han apoderado de nuestras instituciones. Unos discursos que niegan la violencia machista y que intentan hacernos retroceder en los avances que hemos cosechado a lo largo de nuestra democracia. Y que entiende el feminismo como una amenaza, no como una oportunidad para lograr la justicia y la igualdad en nuestra sociedad. Un discurso abanderado por líderes violentos que contrasta directamente con nuestros fines como asociación de hombres feministas.
¿Cómo afectan estos nuevos modelos de masculinidad en los hombres y en la sociedad?
Los hombres igualitarios son hombres que han aprendido a mirarse con detenimiento. A reconocer su machismo y a deconstruir todas esas limitaciones que impiden que tengamos un mayor desarrollo personal como hombres. Evidentemente, este camino, tiene una influencia directa en nuestro entorno, en nuestras familias, en nuestros grupos de amigas y amigos, etc. La sensibilidad, la afectividad, la renuncia a la violencia, la empatía, la expresión emocional, el respeto a la naturaleza y a nuestro planeta, nuestra implicación como padres con unos niños o niñas que podrán tener un modelo de referencia positivo.
A veces parece que el mundo está hecho para un hombre blanco, heterosexual, de mediana edad y de clase social medio-alta. Esto hace que la lucha por la igualdad parezca un problema solo de algunas personas. O incluso que no fuera necesaria…
Precisamente esta idea que comentas es lo que ha contribuido a movilizar y organizar grupos sociales de todas esas otras personas que no encajan en esas premisas.
Es evidente que, hoy en día, no podemos afirmar que exista una igualdad real. Y creo que es importante subrayar esta idea porque oigo, muy a menudo, que la igualdad está reconocida en las principales democracias occidentales y esto puede generar una falsa percepción de que ese derecho está totalmente reconocido. Hay personas pobres y ricas, negras y blancas, hombres y mujeres, personas LGTBI. Hay discriminación y desigualdad que se basa en la expresión ilegitima del poder entre clases sociales, razas, orientaciones sexuales, de género, de hombres sobre mujeres. No se puede luchar contra “tu causa” obviando las reivindicaciones de otras entidades sociales, porque superar las injusticias y luchar por la igualdad es el cometido general de cada una de ellas.
No se puede luchar contra “tu causa” obviando las reivindicaciones de otras entidades sociales
Muchas personas se sienten fuera de la lucha feminista porque, dicen, no son culpables directas de la situación de discriminación, violencia y machismo en la que nos encontramos.
Todas esas personas son responsables del machismo y la violencia cuando votan a partidos políticos que niegan la desigualdad, la violencia machista, a partidos que atentan con la libertad de decisión de las mujeres a ser madres o no. Somos cómplices cuando callamos al escuchar un comentario machista, reímos un chiste sexista, defendemos el piropo, negamos el uso de un lenguaje inclusivo, culpabilizamos a las víctimas de una violación, identificamos los celos como una expresión de amor o, por ejemplo, cuando idealizamos el amor romántico. Hay una dificultad para entender qué aspectos de nuestro día a día contribuyen a la violencia y perpetúan la desigualdad.
Según los datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida. Normalmente por parte de un hombre cercano. ¿Educamos a los hombres en la violencia?
La violencia no es innata, es aprendida. Debido a nuestro proceso de socialización desde la infancia, los hombres tenemos grandes dificultades para expresar algunas emociones. Sin embargo, se nos ha enseñado a expresar otras que dañan a otras personas, como la ira o la violencia.
Y esta violencia tiene género. Es muy significativo que en torno al 94% de las personas que están en prisión sean hombres. Son los hombres los que asesinan a otros hombres, son los hombres los que violan, y los que, en general, delinquen en mayor proporción que las mujeres. La violencia machista es la expresión de la desigualdad, de poder y control del hombre hacia la mujer.
¿Qué se puede hacer desde las instituciones públicas y desde la sociedad para implicar más a los hombres en la construcción de una sociedad igualitaria, inclusiva y sin violencia?
No es fácil conseguir que los hombres renuncien a sus privilegios. Requiere de un trabajo perfectamente estructurado en base a políticas progresistas que sean estables en el tiempo y donde exista una línea de trabajo orientado a sensibilizar e intervenir directamente con los hombres. Por otra parte, es indispensable contar con un sistema educativo donde la trasmisión de los valores tenga una parte más destacada y donde la perspectiva de género sea realmente transversal, o bien tenga identidad propia en el currículum educativo.
Fotos: Aportadas por Argelio González
Me llamo Yaiza Mederos Norro y nací en Gran Canaria en 1982, tierra donde me he criado. Aunque sé que soy de aquí y de ninguna parte, me siento isleña de corazón, quizás por eso cuando estoy lejos del mar parece que me falta algo. Las mujeres de mi familia, por las que siento un profundo respeto, han sido mi referente en la vida. He margullado toda mi vida entre palabras e imágenes, mis dos grandes pasiones. Llevo casi diez años trabajando como periodista y reportera gráfica en medios de comunicación y en agencias de publicidad. Me encanta la Naturaleza, escribir y viajar. Creo firmemente que la educación, la autocrítica y el amor son aspectos fundamentales para transformar el mundo en algo mejor.