Que los estereotipos son el pan nuestro de cada día lo sabemos. En algunos ámbitos como el deportivo se ven aún más. Según el Diccionario de la Real Academia Española el deporte se define como «Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas». No se contempla división de ningún tipo para excluir a las personas por su condición, raza, sexo, orientación sexual o ideología política o religiosa. El deporte es deporte, tan sencillo como eso.
Es curioso que en pleno siglo XXI se continúe hablando de deportes de mujeres y deportes de hombres, perpetuando estereotipos, encasillando a las personas y obligándolas a cumplir un rol determinado que se convierte en una carga muchas de las veces, tanto para unas como para los otros.
El deporte practicado por mujeres se extiende hasta donde podamos verlas. Depende de lo que queramos indagar. Así, en una búsqueda rápida en Internet, podemos encontrarnos con mujeres deportistas reconocidas desde principios del siglo XX. Charlotte Cooper, tenista y la primera mujer campeona olímpica de la historia allá por el año 1900 en los Juegos Olímpicos de París; Gertrude Ederle, la primera mujer en cruzar a nado el Canal de la Mancha en 1926; Alice Coachman, la primera atleta afroamericana en conseguir un título olímpico en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 o Kathrine Switzer y Roberta Gibb, las primeras mujeres que participaron en la maratón de Boston -una con dorsal y la otra sin dorsal- entre 1966 y 1967, son solo algunas mujeres que practicaban deporte a la sombra y que un día decidieron romper con el protocolo social que se les había impuesto.
Mujeres que lucharon por la igualdad y que abrieron el camino a otras mujeres que, quizás, no tenían el apoyo suficiente para hacerse oír. ¿Por qué tras más de 100 años la lucha sigue vigente? ¿Por qué continúa habiendo mujeres que siguen siendo las primeras en hacer algo importante en el mundo del deporte? Chus López Cañete, profesora de Educación Física de Secundaria, activista feminista e impulsora de la coeducación daba algunas claves en el pasado Maratón Webinar Mujeres y Deporte que se celebraba a través de la red social Instagram de la Asociación Mujeres Deportistas Canarias.
«Las mujeres han estado invisibilizadas, apartadas e, incluso, ridiculizadas (en el deporte). Aparecen muchas mujeres pioneras, pero eso no deja de ser un efecto que hemos de superar. El hecho de que seamos las primeras significa que tenemos un retraso generacional e histórico con respecto a una actividad humana que ha existido siempre», explicaba López Cañete.
Algunas de las razones que nos llevan a esta situación tienen que ver con teorías biologicistas, como la masculinización del cuerpo femenino, de la asignación del término «sexo débil» a las mujeres o del rol estereotipado de la mujer vista como ama de casa.
Roller Derby, rompiendo estereotipos y revolucionando el deporte
Este deporte sobre patines tradicionales, originario de Estados Unidos en los años 30, tuvo un resurgimiento en la década del 2000 y actualmente se practica en muchos lugares del mundo.
Selene Rodríguez, jugadora y tesorera del equipo canario explica que el Roller Derby ha jugado un papel importante en la lucha por el empoderamiento de la mujer en el ámbito deportivo «porque es el único deporte creado por y para las mujeres». Además, «el deporte femenino suele estar asociado a la estética o a lo bello, así que el Roller Derby rompe con muchos estereotipos«, indica Rodríguez que asegura que la etiqueta con la que más se han encontrado durante su etapa de deportista es la de «lesbiana» porque «es un deporte más rudo y de contacto».
«El deporte femenino suele estar asociado a la estética o a lo bello, así que el Roller Derby rompe con muchos estereotipos»
También rompe con los estereotipos físicos, explica. «Se tiene en mente que lo normal es que tengas unas características determinadas para ser deportista. Lo bueno de este deporte es que todo el mundo tiene un espacio en el que puede aportar algo», dice Rodríguez. En el Roller Derby hay equipos femeninos, masculinos y mixtos y «no es necesario que en tu DNI ponga tu nombre femenino para que seas una mujer. Si te sientes una mujer, aquí vas a ser una mujer. Y lo mismo al revés», indica la jugadora del equipo canario.
Pero el Roller Derby no solo rompe de lleno con los estereotipos de género, sino que revoluciona el deporte desde dentro porque se caracteriza por la autogestión y por tener un sistema de jerarquía horizontal, lo que implica que «todas las integrantes opinan y tienen poder de decisión por igual. Dentro nos dividimos por comités, dependiendo de las habilidades o los gustos de cada una», explica.
Este sistema, que en nada se parece al sistema habitual en el ámbito deportivo, tiene infinidad de ventajas. «Al ser partícipe de todas las decisiones que se toman, te implicas más; eres consciente de todo el trabajo que hay detrás de llevar un equipo y eso te hace valorarlo».
Selene cuenta que lo que más le gusta del Roller Derby es la inclusión y «que me ha hecho sentir más segura de mí misma porque no me siento juzgada por mi forma de vestir o mi tipo físico» y sueña con que la gente las conozca y las instituciones las tengan en cuenta, «que vean que existimos y que estamos luchando muchísimo», para que el equipo crezca y puedan competir fuera de Canarias -ahora mismo son el único equipo de Roller Derby de Canarias.
Inclusión, igualdad, superación, tolerancia, trabajo en equipo, respeto, cooperación, fomento de la autonomía… Valores superados con creces en un deporte que, sin duda, ha revolucionado y revolucionará mucho más el ámbito deportivo y las vidas de quienes quieran participar de él.
Imágenes/L&B Actual
Fotos: L&B Actual/Kathrine Switzer Press Photo
Me llamo Yaiza Mederos Norro y nací en Gran Canaria en 1982, tierra donde me he criado. Aunque sé que soy de aquí y de ninguna parte, me siento isleña de corazón, quizás por eso cuando estoy lejos del mar parece que me falta algo. Las mujeres de mi familia, por las que siento un profundo respeto, han sido mi referente en la vida. He margullado toda mi vida entre palabras e imágenes, mis dos grandes pasiones. Llevo casi diez años trabajando como periodista y reportera gráfica en medios de comunicación y en agencias de publicidad. Me encanta la Naturaleza, escribir y viajar. Creo firmemente que la educación, la autocrítica y el amor son aspectos fundamentales para transformar el mundo en algo mejor.
Interesante. No sabía Que se practicaba en Las Palmas algo nuevo que conocer. Gracias L&B
Gracias a ti, Joel por seguirnos. Un saludo.